Existen muchos rumores y mitos sobre estudiar en línea. Rumores que van desde la poca interacción con los profesores, pasando por la pésima calidad de la educación recibida, hasta las pocas herramientas digitales disponibles para su implementación. Pero, ¿Cuál es la realidad? y para entenderla debemos saber cómo comenzó todo.
El correo tradicional fue, desde el siglo XVIII una forma de estudiar a distancia. Muchas veces algunos profesores enviaban por correo lecciones a sus estudiantes, lo que dio paso a la educación por correspondencia. Fue en el siglo XX cuando este concepto tomó verdadera notoriedad, estando presente en la vida cotidiana y en ocasiones, señalada de inútil o de baja calidad.
Fue aproximadamente en la década de los 70’s cuando se comenzaron a gestar los primeros esbozos del correo electrónico, creando en consecuencia durante los siguientes años los boletines electrónicos y los grupos de noticias. Pero fue el desarrollo del internet a mediados de la década de los 90’s lo que en verdad permitió e hizo posible que existiera la educación a distancia o en línea (y surgieron los mitos sobre estudiar en línea).
Cuando el internet comenzó a globalizarse y la velocidad de descarga aumento, se comenzaron a crear entornos o plataformas digitales, las cuales permitieron crear contenido y bibliotecas digitales, con lo cual comenzó el auge de este tipo de educación.
Hoy en día podemos encontrar una conexión a internet en prácticamente todos los hogares, en cafeterías, bibliotecas y otros lugares de esparcimiento, y de la misma manera, podemos encontrar instituciones académicas que brindan la posibilidad de estudiar en línea, sobretodo, posterior a la pandemia de Covid-19.
UNA EDUCACIÓN ¿DE BAJA CALIDAD?
Pero con respecto a los mitos sobre estudiar en línea, uno de ellos y de los más extendidos es sobre la calidad de la educación en plataformas digitales, señalando que es deficiente y de muy poca calidad. Lo anterior podemos señalarlo como completamente falso, ya que, si bien existen experiencias buenas y malas, aquellas instituciones que cuentan con validez oficial de la SEP son altamente recomendadas y ofrecen conocimiento a la altura de cualquier Universidad presencial.
Asimismo, muchas instituciones cuentan con educadores profesionales y creadores de contenido con mucha experiencia que brindan una experiencia única e inversiva, a la vez que se han preparado para impartir cursos en esta modalidad.
La realidad es que toda institución que cuente con validez oficial de la SEP, cuenta con los estándares necesarios para poder brindar una educación de calidad. Además, esta modalidad surge como una necesidad ante los cambios que ha habido en México y en el mundo en los últimos años. Y finalmente, según estadísticas del INEGI, sólo 8 de cada 100 estudiantes logran culminar sus estudios universitarios, una cifra alarmante pero que se espera mejore en los próximos años, todo gracias a las herramientas digitales.
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